Una buena alimentación influye no solo en nuestra salud sino también en nuestro estado de ánimo. Avena, cebada, trigo sarraceno, quinoa y espelta son excelentes granos para incluir en el plan para lograr una buena nutrición. El Instituto de Salud Canadá recomienda que las mujeres consuman de 6 a 7 porciones de cereales por día, vemos porque:
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Los cereales reducen la grasa visceral
Un estudio publicado en 2011, en el journal Obesity, comer fibra más soluble mejora la reducción en la grasa visceral. Esta grasa se encuentra en la profundidad de nuestro cuerpo, siempre alrededor de los órganos vitales. La grasa visceral se asocia con hipertensión, diabetes y enfermedades del hígado.
Se concluyó que, por cada contribución adicional de 10 g de fibra soluble entre los sujetos de estudio, la grasa visceral se redujo en 4%. Por otro lado, con un aumento de actividad, moderada, resultó incluso en una disminución de 7%: 175 ml (¾ taza) de avena cocida proporciona 4 g de fibra. La misma cantidad de cebada cocida proporciona 3 g.
En conclusión la alimentación con cereales combinada con ejercicio es muy potente para reducir la grasa visceral alrededor de los órganos del cuerpo y mejorar notablemente la salud.
Los cereales previenen cálculos biliares
Comer fibra también ayuda a evitar cálculos biliares. Un estudio publicado en el American Journal of Gastroenterology contrasto el consumo de fibra dietética y el tipo de cirugía biliar en casi 70.000 mujeres durante un período de 16 años. El estudio demostró que las mujeres que consumieron alimentos ricos en fibra soluble presentaron un 17% menos de riesgo de cálculos biliares en comparación con aquellos que consumían menos fibras en su alimentación.
Control de la glucosa en la sangre
Según una investigación realizada en la Universidad de Lund en Suecia, un buena comida con cereales como la cebada, avena o pan, ayuda a moderar el aumento de glucosa en la sangre hasta 10 horas después. Esto es muy beneficioso ya que grandes fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre están ligadas a un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y a enfermedades cardiovasculares.
Los cereales evitan el envejecimiento
Una variedad de trigo, de escanda, es una rica fuente de manganeso, que desempeña un papel clave en el antioxidante enzima superóxido dismutasa (SOD). Esta enzima que ayuda a combatir los radicales libres, unas moleculas que desempeñan un papel en el envejecimiento, cáncer y enfermedades del corazón y prevenir algún daño: ½ taza (125 ml) cocido espelta ofrece un 62% de sus necesidades diarias, y la misma cantidad de trigo sarraceno cocido, primo del ruibarbo y la acedera, contiene el 20%.
Los cereales mejoran los músculos y la piel
La proteína ayuda a reparar y mantener los músculos, piel, órganos y glándulas, además que proporcionan energía. A diferencia de la mayoría de los alimentos de origen vegetal, quinua, un grano de los Incas, que contiene los nueve aminoácidos esenciales necesarios para hacer una proteína completa: taza (125 ml) quinua cocida roja o regular, proporciona más de 3 g de proteína. Es una buena idea, si comes otros cereales, combinarlos con legumbres para complementar el contenido de proteína.